viernes, 25 de febrero de 2011

¿es posible una red neutral?

A propósito del debate sobre la neutralidad de la red que se ha generado en la clase de la asignatura Periodismo Multimedia, se ha visionado el siguiente vídeo. Propone interesantes reflexiones para todos aquellos interesados en la comunicación on-line.



viernes, 18 de febrero de 2011

Las claves del periodismo on-line



para ver el vídeo de su intervención pincha sobre la fotografía

Saul J. Berman, responsable de estrategia e innovación de IBM, pronunció el pasado noviembre una conferencia en el seno de la Feria Internacional de Contenidos Digitales (FICOD) en la que afirmó que los medios de comunicación se encuentran en una situación que permite buenas expectativas profesionales, siempre y cuando se sea consciente de que tanto el modelo que rige este mercado como los hábitos de consumo de las audiencias han cambiado. Pues bien, a continuación se tratará de describir esta nueva realidad de la que hablaba el representante de IBM en el evento. ¡Espero que le sea útil a los emprendedores!
Ante todo, es indiscutible que la nueva era de la comunicación halla en Internet su espacio por excelencia. Prueba de ello es que hoy en día cualquier dispositivo de comunicación se convierte en una puerta de acceso a la web; el ordenador, la televisión, el teléfono móvil, la TabletPC… con lo que parece obvio que, tal y como afirmó Berman en la conferencia de FICOD, el gran reto al que se enfrentan medios de comunicación sea ofrecer a sus usuarios los contenidos, donde y cuando ellos quieran.
Ahora bien, ¿cuáles son las claves de la comunicación en Internet?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que Internet es todavía una industria emergente y que, en muchas ocasiones compite con soportes tradicionales. Tal es el caso de la prensa, los libros, la música… en los que la rama digital del mercado trata de imponerse sobre la tradicional, la cual gana a aquella en definición.
Por otro lado, en torno a la web se ha generado el mito de que ahora los ciudadanos, en tanto usuarios de esta tecnología, tienen más poder que nunca antes, ya que ellos mismos construyen este escenario que no entiende de fronteras. No obstante, la realidad es que son las grandes empresas las que tienen los mayores intereses en Internet, que si bien la web es un entorno muy interesante para la creación y difusión individual, la mayoría de los contenidos han sido generados por la industria y que los filtros evitan la publicación de ciertos contenidos (para bien o para mal).
Atendiendo al sector específico de la información, hay que resaltar que en Internet se ha impuesto como máxima, la actualización constante de los contenidos, con lo que cada vez es más común que se publiquen noticias de ínfima calidad, ya que en el proceso de producidos no ha habido tiempo para la reflexión. Por otro lado, la prospección de negocio hace que la información se considere una mercancía y, en consecuencia, se aplique la lógica de la reducción de costes. Así pues, cada vez se dedican menos recursos a la producción de información propia y como todos los medios utilizan unas mismas fuentes, las agencias de noticias, cada vez la información de los diferentes medios se parece más entre sí.
En otro orden de cosas, se hace lícito comentar el sistema matemático en el que se basa Internet; el código binario. Se trata de un sistema que, en base a 0 y 1 (de ahí la denominación “binario”) reduce cualquier tipo de contenido a unidades de información, lo cual ha marcado la transformación de los medios. Dado que los diferentes medios de comunicación utilizan en Internet un mismo código y unos mismos canales de distribución, cada vez se difuminan más las fronteras que tradicionalmente habían definido a cada uno (la prensa difunde textos, la radio se basa en el sonido y la televisión en el vídeo). Ahora, en las páginas web de las televisiones se pueden encontrar informaciones que en otra época se habrían identificado como “prensa escrita”, las versiones online de los periódicos apoyan sus informaciones sobre vídeos…
Por último, no podría cerrarse esta entrada sin comentar la dimensión económica que atañe a Internet y la teoría de la Long Tail, la cual explica muchos fenómenos que tienen lugar en el ciberespacio. Internet reduce los costes de producción y difusión casi a 0, razón de la existencia de la oferta casi ilimitada de la que se puede disfrutar en Internet. Así pues, el usuario puede elegir el contenido que más satisfaga sus necesidades. Ya no tiene que preocuparse que sus gustos no sean mayoritarios, pues en este espacio de superabundancia siempre habrá algo que se ajuste a sus preferencias.

domingo, 13 de febrero de 2011

Hacer cumplir la ley en Internet



La pasada primavera se celebró en Milán un juicio contra tres directivos de Google Italia. El juez instructor del caso, Oscar Magi, considera a estos señores responsables de la publicación en Google Vídeos de una grabación en la que aparecían tres jóvenes agrediendo a un joven autista, vídeo que fue retirado por los responsables de la compañía tras dos días recibiendo quejas. Tras la publicación de la sentencia, Google anunció que recurriría la sentencia, apoyándose en la directiva europea que exime de responsabilidad a los proveedores de servicios web sobre los contenidos que los usuarios publiquen en ellos.


La sentencia suscitó una gran polémica. Por un lado, la justicia italiana considera que ha “defendido con fuerza que el derecho a hacer negocios no prevalezca nunca sobre los derechos humanos”, tal y como afirmaba el fiscal del caso, Alberto Robledo. Por otro lado, gran parte de la opinión pública en general y Google en particular defienden que la red está construida sobre la base de la libertad de cualquier usuario para publicar contenidos y que el volumen de información que se sube cada minuto a Internet es tan grande que si hubiese que revisar previamente cada uno de los contenidos, se limitaría la libertad de expresión y la red dejaría de existir tal y como hoy la conocemos por los costes económicos que ello acarrearía. “El juez nos pide que seamos la policía de Internet. Pero es inviable”, afirmó Scott Rubin, portavoz de la compañía.

Bien es cierto que, de acuerdo a la legislación vigente Google debería haber sido declarado inocente, ya que la compañía ni ha originado la transmisión, ni ha seleccionado al destinatario de la misma ni tampoco ha seleccionado ni modificado los datos transmitidos, que son los tres requisitos que establece la Directiva Europea 2000/31/CE para que el prestador de servicios web no sea considerado responsable de los contenidos que se alberguen en su plataforma. Ahora bien, si el juicio suscitó tanta polémica es porque en él se cuestionaba algo que va más allá de la libertad de expresión o los derechos humanos –valores que la sociedad italiana reconoce- sino porque ponía en tela de juicio el uso social de la web.
              
Internet ha dado lugar a una forma de socialización y con ella, nuevos problemas y nuevos retos a los que las leyes –base sobre la que se tiene que construir la convivencia entre las personas- tienen que hacer frente. Se presume que Internet favorece la vida de sus usuarios (los cuales se estiman en más de 1.ooo millones) en tanto que permite el acceso a cualquier tipo de información; posibilita de una forma barata, rápida y eficaz la comunicación, ya sea pública o privada o ya se encuentren las personas en los puntos más distantes del planeta; también ha incrementado exponencialmente las posibilidades de ocio… y todas estas ventajas están basadas, principalmente, en la posibilidad de cada uno de esos 1.ooo millones de personas para producir, modificar y difundir información. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los contenidos que producen y difunden los usuarios no siempre son lícitos desde la perspectiva de la dignidad de las personas. Frecuentemente aparecen en la red agresiones como la que sufrió este chico italiano, así como insultos o bulos contra determinadas personas… ¿Cómo se podría evitar este tipo de casos?
             
Las soluciones para este tipo de casos pasan por la aplicación de la tecnología disponible así como por la aprobación de nuevas leyes al respecto. El viernes 26 de febrero de 2010 el diario El País se planteaba en un reportaje publicado a propósito de la misma sentencia si al igual que Internet tiene filtros bastante eficaces para evitar los contenidos pornográficos, no se podrían desarrollar softwares parecidos para detectar los actos de violencia. A este respecto, Ignacio Herráez –ingeniero informático- afirma que “el desarrollo de un software para tal fin es mucho más complicado, pues los contenidos pornográficos suelen estar alojadas en webs específicamente dedicadas a este tema no en servidores como YouTube o Google Vídeos, que albergan cualquier tipo de contenido”. Por otro lado, tiene razón el portavoz de Google al afirmar que no pueden convertirse en la policía de Internet; revisar cada uno de los contenidos previa publicación sería inviable económicamente e inconstitucional. En España, por ejemplo la Constitución establece en su artículo 20.2 que “el ejercicio de estos derechos [a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones; a la producción literaria, artística, científica y técnica; a la libertad de cátedra y a comunicar y recibir información veraz] no pueden restringirse mediante ningún tipo de censura previa”.

En cuanto a la creación de una legislación específica para perseguir este tipo de delitos hay que resaltar que, al menos mientras la separación de poderes formulada por Montesquieu siga rigiendo el estado italiano y tantos otros estados en todo el mundo, la creación de nuevas leyes será competencia de los parlamentarios, y la de los jueces habrá de limitarse a la administración de la justicia de acuerdo a las leyes aprobadas previamente en el parlamento. Así pues, casos como el del chico cuya agresión fue grabada y posteriormente difundida por Internet, no deben servir para sentar en el banquillo a los directivos de una empresa que –al menos en este aspecto- actúa dentro de los límites legales. Por el contrario, deben ser la alarma para que nuestros representantes aprueben en las Cortes nuevas políticas de publicación de contenidos que –entre otras- obliguen a los proveedores de servicios web a agilizar el proceso de retirada de contenidos no lícitos –dentro de las posibilidades tecnológicas- y que endurezcan las sanciones contra los usuarios que los difundan.

Las 6 W´s del periodismo ya es algo del pasado


El pasado 9 de febrero de 2011 tuvo lugar en la Universidad Rey Juan Carlos el acto de presentación del libro sobre la revista Time; "La historia íntima de la revista más influyente del mundo". En ella se mencionaron una serie de cuestiones que enlazan directamente con los temas que se tratan en la asignatura Periodismo Multimedia, la cual da origen a este blog. Así pues, cabe destacar que según el ponente de la conferencia, una de las estrategias de la revista consiste en explicar en su página web el qué, el quién, el dónde y el cuándo de la noticia y reservar para la edición impresa el cómo y el por qué.

Ello enlaza directamente con el asunto de que la prensa digital, en su empeño en la actualización constante de los contenidos, ofrece unas informaciones de menor calidad. No obstante, a lo largo de las siguientes líneas se va a realizar un análisis exhaustivo de cuál es en realidad el contexto en el que se desenvuelven los medios de comunicación actuales para determinar si la baja calidad de los contenidos en una característica determinante de la información en la era digital.

En primer lugar, cabe destacar el hecho de que la prensa online no ha sustituido a la prensa tradicional (ya sea en papel, en televisión o en radio), sino que se ha incorporado como un soporte más de los cientos en los que un usuario puede acceder a la información. En este sentido, es importante recordar las palabras que Rosalía Lloret, Directora General de Desarrollo Digital de Unidad Editorial, pronunció en la Feria Internacional de Contenidos Digitales (FICOD); “la actitud con la que un usuario se enfrenta a un diario en papel es diferente a aquella con la que se enfrenta a un diario en la web o en un IPAD. Los usuarios son multimedia, consumen muchos medios y cada uno de ellos de forma diferente”.

Así pues, teniendo en cuenta el discurso de Lloret, sería erróneo pensar en la prensa online como un sustituto de la tradicional, sino que se debe aprovechar este contexto nunca antes imaginado para ofrecer al usuario la cantidad exacta de información que requiera en cada momento (nuevamente, se pone de manifiesto la necesidad de desarrollar aplicaciones diferentes). Así pues, tratar de ofrecer en todo momento una información que responda a las 6W´s sería el mayor de los errores, pues no siempre las personas del suficiente tiempo o de las suficientes ganas para ello. En consecuencia, conocer el qué, quién puede ser más que suficiente en muchas ocasiones. Sirva como ejemplo, el conflicto en Egipto que ha protagonizado la agenda informativa de los últimos días y en los que a través de Twitter miles de personas han seguido la revuelta.

No obstante, pocos usuarios se conformarán con este tipo de información. Así pues, si el usuario está interesado puede acceder a la versión on-line de periódicos en los que obtendrá informaciones más profundas y finalmente dedicar la mañana del domingo a leer un reportaje en suplemento sobre las claves del conflicto.

En conclusión pues, la irreflexión y baja calidad de los contenidos no es una característica definitoria de los medios de comunicación actuales. La clave que define este nuevo contexto es la de un conglomerado de medios, soportes y aplicaciones en el que todos funcionan de manera conjunta y unos compaginan la función y las pautas de uso de los demás. Así pues, la banalidad de las informaciones de algunos medios no es tal si se considera que ante todo, para tener informado al usuario de lo que está ocurriendo, y por otro, ser la puerta de acceso para acceder a informaciones más profundas.